Las fuertes lluvias que azotan la capital yemení de Saná han causado el desplome de 10 edificios históricos de la Ciudad Vieja en los últimos días, informaron los rebeldes hutíes del país el miércoles.
Por lo menos 80 edificios más han sufrido fuertes daños a causa de las lluvias y necesitan reparaciones urgentes, señalaron los rebeldes, que han controlado Saná desde que estalló la guerra civil de Yemen hace más de ocho años.
La Ciudad Vieja de Saná ha sido declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, y se cree que la zona ha estado habitada durante más de dos milenios. Su arquitectura es única, con cimientos y primeros pisos construidos a base de piedra, y los siguientes con ladrillo. Se considera que son algunos de los primeros rascacielos del mundo.
Los edificios tienen fachadas de ladrillo adornadas con molduras de yeso blanco en patrones intrincados, lo que les ha granjeado comparaciones con las casas de jengibre, y su estilo se ha vuelto un símbolo de la capital yemení. Muchas de las casas siguen siendo viviendas particulares y algunas tienen más de 500 años.
En una comunicado, Abdulá al Kabsi, ministro de Cultura del gobierno de los hutíes, dijo que los rebeldes están trabajando con organizaciones internacionales y buscando ayuda para hacer frente a la destrucción. De momento no había informes de muertos ni heridos por los derrumbes.
Las viviendas se habían mantenido en pie durante siglos, pero las intensas lluvias de esta temporada han sido demasiado para las emblemáticas estructuras. Ahora los ladrillos y las vigas de madera forman enormes montones de escombros entre las estructuras que siguen en pie. Y las
lluvias no dan señales de parar.
“Me asusto cuando escucho llover y rezo a Dios porque tengo miedo de que mi casa se derrumbe sobre mí”, dijo Yussef al Hadery, residente de la Ciudad Vieja.
Al Kabsi insistió en que la UNESCO tiene cierta responsabilidad en las labores de salvamento y restauración, dada la historia de la zona. Años de abandono durante el gobierno anterior han pasado factura, agregó.